miasis cutanea

Miasis cutánea en animales

Miasis cutánea en animales

Existen un gran número de infestaciones en los animales causadas por ácaros, parásitos, picaduras de insectos y, como la que nos ocupa en este artículo, por larvas de dípteros.

Estas enfermedades pueden causar diferentes manifestaciones en la piel de los vertebrados llegando incluso a transmitirse al hombre.

En este artículo hablaremos sobre la miasis cutánea, cuál es su causa, sus síntomas y cómo la podemos atacar y prevenir.

¿Qué es la miasis cutánea?

La miasis se define como la infestación de animales y humanos con larvas de dípteros que durante un período de tiempo se alimentan de tejidos vivos y muertos o líquidos corporales del hospedador.

Las larvas suelen alojarse en heridas, mucosas o zonas húmedas del cuerpo del animal. Pudiendo tratarse de la piel en casos de heridas, los ojos, las orejas o la zona urogenital.

En la miasis cutánea las larvas se alojan en la piel y se alimentan de los tejidos vivos y muertos del animal. En este proceso producen una enzima que puede llegar a causar un daño muy serio en el ganado, en mascotas y en el propio ser humano si llegase a él la infestación.  

¿Cómo se produce?

Cuando el animal presenta una herida la mosca deposita sus huevos en la misma. Una vez alojados se convierten en larvas que crecen y se alimentan del tejido del animal. En ocasiones llegan a penetrar aún más en la piel haciendo crecer de tamaño la herida. Esto hace que más moscas se sientan atraídas por la misma y vuelvan a depositar sus huevos. De esta forma puede llegar a crearse lo que se conoce coloquialmente como “gusanera”.

Este tipo de infestación sucede a nivel mundial y suele coincidir con los meses más húmedos de cada zona.

Tipos de miasis

Existen diferentes tipologías de esta enfermedad en función del criterio al que queramos atender: el comportamiento reproductor del díptero, desde el punto de vista clínico y atendiendo al proceso de invasión.

Veamos de qué se trata cada tipo.

Miasis según el comportamiento reproductor

Según el comportamiento reproductor del díptero la miasis puede ser:

  • Obligatoria o específica: cuando el díptero parásito necesita un hospedador para el desarrollo de sus larvas. Éstas solo pueden alimentarse de tejido vivo sin tener otro posible modo de vida.
  • Semiespecíficas y accidentales: cuando el díptero infesta normalmente cadáveres o materia orgánica en descomposición pero, de forma facultativa o accidental, invaden tejidos vivos.

Clasificación según el punto de vista clínico

Esta clasificación de la miasis atiende a la localización de la infestación en el cuerpo del hospedador. De esta forma puede ser:

  • Miasis cutánea: la que nos ocupa en este artículo. Es cuando las larvas se sitúan entre la epidermis y la dermis del animal.
  • Miasis profundas: en estos casos las larvas profundizan en los tejidos del hospedador llegando a penetrar en el organismo. Las miasis profundas pueden ser a su vez: oculares, oftálmicas, nasofaríngeas o urogenitales.
  • Miasis intestinales: como su propio nombre indica, las larvas llegan a los tejidos gastrointestinales del animal.

Miasis según el proceso biológico

Existen dos tipos de miasis según el proceso de invasión que realiza el díptero. De esta manera podrán ser:

  • Invasor primario: cuando penetran a través de piel intacta o por algún orificio del hospedador
  • Invasor secundario o terciario: el que aprovecha heridas o discontinuidades traumáticas de la piel para su infestación.

Especies de dípteros que producen miasis cutánea

Entre las distintas especies de moscas que pueden causar este tipo de infestación en la piel de los animales podríamos nombrar a la Megaselia rufipes, Chrysomyia albicans, Phormia regina, Calliphora spp, Lucilia spp, Sarcophaga spp y Wohlfahrtia magnifica.

Por su parte la especie O. ovis suele ser causante de miasis oculares y  auriculares, al igual que la W. magnífica. Esta última junto con la S. carnaria y la Sarcophaga hemoroidalis suelen ser las causantes de miasis anal y vaginal.

Síntomas de la miasis cutánea

A nivel de infestación de la piel la miasis puede ser difícil de identificar pues en ocasiones, sobre todo en las primeras fases, se manifiesta como un forúnculo, picadura o lesión en la piel. En aquellos casos que no son de tipo secundario, es decir que el díptero no ha aprovechado una herida u orificio en el animal, suelen producirse en zonas sin pelo.

A medida que las larvas se vayan desarrollando se podrá observar cómo crece la herida y empieza a formarse una pústula que puede llegar a desprender fluidos.

Resulta fundamental estar atentos a cualquier úlcera, forúnculo, lesión o irritación en la piel…, con el fin de que la infestación no llegue a más, puesto que si avanza y profundiza en capas más profundas puede llegar a producir un proceso infeccioso grave o incluso un shock.

Tratamientos y Prevención

En lo que se refiere a los tratamientos existentes para la miasis cutánea, resulta necesario comenzar con una primera fase de extracción directa de las larvas hasta su total eliminación. En ocasiones será necesario realizar mecanismos de presión para conseguir que todas salgan. También suele utilizarse la oclusión de la herida con un agente impermeable que asfixia a la larva o utilizar ectparasiticidas de forma local con el fin de matar las larvas para que sea más fácil su extracción. Recomendamos consultar siempre con el veterinario.

Una vez eliminadas, deberá tratarse la herida desinfectándola y eliminando todo el posible tejido necrótico. En algunas ocasiones será necesario administrar también antibióticos.

Según algunas fuentes, en caso de tratarse de ganado, se podría tratar de forma extensiva con baños o pulverizaciones de ectoparasiticida autorizado como Zooveca en ovinos que facilita el control y protege de la infestación.

Prevención de la miasis cutánea

Como en todas las infestaciones, la mejor forma de garantizar que no ocurra es su prevención. Para ello, resulta fundamental revisar las heridas y zonas húmedas de los animales de manera periódica.

También será fundamental reforzar los cuidados higiénicos y controlar las condiciones ambientales en las que viven. Si se trata de animales domésticos, será bastante sencillo estar  alerta de este tipo de infestaciones pero, ¿qué ocurre con el ganado? ¿Cómo podríamos prevenirlo? En este caso debemos tener en cuenta que el calor y la humedad suelen ser un foco de atracción para las moscas.

Para evitarlo podemos contar con el empleo de productos que reduzcan o eliminen la existencia de moscas en la zona del ganado como Arpón G o Arpón Diazipol. Con ello conseguiremos, al menos, prevenir las infestaciones de miasis cutánea accidentales.

Para el control de la existencia de moscas podemos utilizar productos como el ARPON® Hoko Ex que acaba con las larvas de las moscas existentes en el estiércol, el purín y los restos de forraje de las instalaciones ganaderas. Para su empleo debemos tener especial cuidado de que no caiga sobre los animales o en sus comederos o bebederos. Recuerda siempre consultar el modo de empleo en el folleto de características técnicas.

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